Hombres y mujeres de todas las edades, algunas con cabello secado, minifalda y tacones de mas de 10 cm. Otras más sencillas, con una bandana o una franela con un estampado que decía: "I love you Romeo" o "Te amo Romeo".
Fue así que en una tarima con más de ocho músicos en escena y una corista, su respectivo trono y dos estatuas doradas de tigres alados, el cantante nacido en el Bronx desató gritos ensordecedores mientras cantó una canción tras otra prácticamente sin respirar durante dos horas de show.
Las primeras del repertorio fueron You, Diablo, Malevo y algunas de sus años en Aventura como Por un segundo, pieza con la que hasta un pequeño solo de guitarra se lanzó con una Les Paul en mano, instrumento que poco se asocia con la bachata.
"¡Nunca dejen que nadie les maneje su vida, sean feliz!", (s.i.c) gritó antes de cantar Que se mueran seguidamente de Mi corazoncito, canción con la que varió un poco su letra para desastar más gritos desgarradores de niñas, jóvenes y hasta algunas mujeres embarazadas presentes. "Ando buscando en Caracas una mami, una mami rica, una mami buena. Una que me prepare cachapa".
Luego Infieles, una de las canciones más coreadas de la noche. "¡Canten todos conmigo infieles!" pidió Santos para que cantaran junto a él algunas estrofas como: "Adán y Eva pecaron por tentación, tú y yo no somos distintos", cantaron algunos hombres a todo dar mientras abrazaban a su pareja.
Siguió con una de sus tantas proclamaciones. "Cuando yo me proclamo el Rey quiero dejar algo muy claro, el verdadero rey está allá arriba. Pero hoy me siento tan rey que esta noche quiero bailar un poco", acto seguido se puso un guante blanco y puso a sonar el ritmo de Billie Jean de Michael Jackson. "No sé que tiene que ver esto con el show, pero quería hacerlo aquí en Caracas", soltó entre risas sarcásticas.
Más show vino con Debate de cuatro, pieza con la que se lanzó un concurso donde tres hombres del público se subieron a la tarima para cantar junto a él, y quien resultó ganador según los gritos de los presentes, se llevó 500 dólares a casa.
Así, entre canciones sobre infidelidades y la búsqueda del amor verdadero, pasó una noche donde Santos cantó un amplio repertorio de Aventura y muchas de su disco en solitario.
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